La implementación de la inteligencia artificial (IA) en la gestión de tributos está transformando la administración pública en España. Desde su adopción, los Agencia Tributaria estima que se ha logrado un aumento del 15% en la recaudación, reflejando una mejora significativa en la eficiencia y efectividad de sus procesos. Además, la IA permite procesar y analizar hasta 100 terabytes de datos fiscales anualmente, lo que facilita la detección de fraudes y la optimización de recursos.
A pesar de los impresionantes resultados iniciales, la adopción de la IA en la gestión de tributos locales no está exenta de desafíos y dudas. Los ayuntamientos deben enfrentar varios obstáculos para garantizar que estas tecnologías se utilicen de manera justa y efectiva.
- Falta de Transparencia: Los sistemas de IA pueden ser opacos, dificultando que los contribuyentes entiendan cómo se toman las decisiones. La falta de claridad en los algoritmos utilizados puede generar desconfianza y resistencia por parte de los ciudadanos.
- Sesgos y Discriminación: La IA puede perpetuar sesgos existentes en los datos de entrenamiento, resultando en decisiones fiscales injustas. Esto puede afectar desproporcionadamente a ciertos grupos de contribuyentes, generando desigualdades y discriminación.
- Errores en la Evaluación: Los algoritmos pueden cometer errores en la evaluación de los valores catastrales o en la identificación de actividades económicas. Estos errores pueden llevar a evaluaciones incorrectas y a la imposición de tributos injustos, afectando negativamente a los contribuyentes.
- Protección de Datos: La recopilación y el uso de grandes volúmenes de datos personales plantean serias preocupaciones sobre la privacidad y la protección de datos. Los ciudadanos tienen derecho a saber cómo se utilizan sus datos y a reclamar si consideran que su privacidad ha sido comprometida.
- Dependencia Tecnológica: La creciente dependencia de la IA puede llevar a una reducción en la capacidad de los empleados municipales para tomar decisiones informadas sin la ayuda de estas tecnologías. Esto puede resultar en una pérdida de habilidades críticas y en una dependencia excesiva de los sistemas automatizados.
- Costes de Implementación y Mantenimiento: La implementación de sistemas de IA requiere una inversión significativa en infraestructura tecnológica y capacitación del personal. Además, el mantenimiento y la actualización constante de estos sistemas pueden generar costes adicionales a largo plazo.
Municipios que ya utilizan IA
Varios municipios en España ya están utilizando IA para mejorar la gestión de sus tributos. Entre ellos se encuentran:
La Agencia Tributaria de Madrid ha implementado asistentes virtuales con la colaboración de IBM para proporcionar información detallada a los contribuyentes, mientras que municipios como Sevilla la Nueva, Colmenar de Oreja, Brunete, Moralzarzal, Pozuelo del Rey, Belmonte de Tajo y Valdelaguna han iniciado iniciativas de digitalización mediante IA para mejorar la gestión de sus archivos municipales; además, en Salamanca y Valladolid, se están llevando a cabo proyectos de IA a través del Organismo Autónomo de Recaudación y Gestión Tributaria de la Diputación de Salamanca (REGTSA) y la Diputación de Valladolid para optimizar la recaudación.
A pesar de los avances, existen dudas y preocupaciones sobre el uso de la IA por parte de los ayuntamientos. Algunos ciudadanos temen que la falta de transparencia y la posible discriminación en las decisiones fiscales puedan afectar negativamente en los contribuyentes. Además, la protección de datos personales sigue siendo una preocupación importante. Es esencial que los ayuntamientos aborden estas inquietudes de manera proactiva, asegurando que los sistemas de IA sean justos, transparentes y respetuosos con la privacidad.
Futuro de la IA en la administración local
La implementación de la inteligencia artificial (IA) en los ayuntamientos de España marca el inicio de una transformación digital más amplia. En los próximos años, se espera que más municipios adopten estas tecnologías para mejorar sus servicios y optimizar la gestión de recursos. Sin embargo, es fundamental reconocer la importancia del trabajo de las personas y considerar la necesidad de incluir análisis que no dependan exclusivamente de sistemas informáticos. La intervención humana aporta una perspectiva crítica y ética que las máquinas aún no pueden replicar. Además, la experiencia y el juicio humano son esenciales para interpretar datos en contextos complejos y tomar decisiones informadas que consideren factores sociales, culturales y emocionales.
Victor Vázquez Vázquez, Consultor FI Group