Un momento crítico en Salud a nivel global, sin duda, fue la pandemia vivida con la llegada del Covid-19. Una crisis sanitaria, económica y social, en la que la contribución de la Inteligencia Artificial (IA) fue vital para apoyar en la investigación en la búsqueda de cura, así como para optimizar tiempos y costes.
Los algoritmos de la IA ahorraron meses de experimentación, que, junto con las predicciones de estructuras del virus, convirtieron a la IA en la aliada forzosa de la situación que nos ocupaba.
Teniendo un gran impacto gracias a sus numerosas funcionalidades, se ha convertido en una herramienta complementaria en medicina, con múltiples y crecientes aplicaciones.
Predicción y prevención de enfermedades
Con las algoritmias y tecnologías basadas en datos, ligadas a los nuevos software de gestión y apoyo, la IA es capaz de apoyar a los profesionales sanitarios en la toma de decisiones ofreciendo patrones, interpretando datos, evidenciando beneficios versus riesgos y, por lo tanto, prediciendo y pudiendo prevenir enfermedades.
Diagnóstico, apoyo y tratamiento de patologías
La alta capacidad que presenta la IA en analizar las imágenes médicas (rayos X, tomografías computarizadas, medicina nuclear, resonancias magnéticas, ecografías, etc.) junto con los datos, se traduce en una inigualable capacidad de diagnóstico precoz y con ella en una valiosa y de nuevo vital, oportunidad para poder trasladar el oportuno tratamiento al usuario final.
Descubrimiento y fabricación de nuevos fármacos
Hay numerosos artículos a este respecto por la controversia del uso de la IA en el desarrollo y regulación de los medicamentos tanto en salud humana como animal, así como en la entrada de la IA en el ciclo de vida de un medicamento.
Es por ello, que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) junto con las Agencias de Medicamentos (HMAs) han publicado un plan de trabajo hasta 2028, donde establecen la estrategia colaborativa y coordinada a seguir, a fin de maximizar los beneficios de la tecnología al mismo tiempo que gestionan los riesgos arroja.
Optimización de tiempos y costes
Volviendo a la introducción de la pandemia, no encuentro mejor ejemplo para poder trasladar la optimización de costes I+D+i del sistema sanitario tanto público como privado, que el momento global vivido. Y es que la IA ha sido capital en este punto, sin ella y en colaboración con los investigadores, no hubiéramos tenido en tiempo récord el desarrollo de las vacunas contra el Covid-19.
Como comentaba, son muchas las funcionalidades de la IA, y es que, en realidad, su aplicabilidad es completa en todo ámbito. Es una herramienta complementaria que trabaja en el día a día junto con los profesionales sanitarios, y que, aunque hemos de seguir enseñándola, guiándola y corrigiéndola a fin de que nos ofrezca los mejores y más ajustados resultados minimizando los errores, nos brinda un potencial que sin duda es de altísimo valor añadido.
Cierro el artículo con un ejemplo de la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), quien ha presentado en este segundo trimestre de 2024 a S.A.R.A.H, la asistente de salud de la OMS que funciona mediante IA que ofrece información, durante las 24 horas del día y en 8 idiomas, sobre los principales temas de salud y bienestar.
Cristina González Delgado – Ingeniera
Health Business Leader FI Group