El Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) es un tributo que grava el ejercicio de cualquier actividad económica (empresarial, profesional o artística) dentro del término municipal, la provincia o a nivel nacional, tanto si se especifican o no en las tarifas del impuesto o si se ejercen o no en un local determinado.
¿Cuáles son las distintas posibilidades que existen de reducir el IAE?
La primera de ellas es la solicitud de las bonificaciones potestativas o de carácter voluntario que se aplican en aquellos municipios en los que se haya aprobado expresamente su aplicación mediante su regulación en la ordenanza fiscal correspondiente. Estas bonificaciones hacen referencia a:
- Bonificación por inicio de actividad.
- Bonificación por creación de empleo.
- Bonificación por la utilización o producción de energía a partir de instalaciones para el aprovechamiento de energías renovables o sistemas de cogeneración.
- Bonificación por la implantación de planes de transporte para los empleados.
- Bonificación por tener un rendimiento neto de la actividad económica negativo.
- Bonificación por el desarrollo de actividades económicas que sean declaradas de especial interés o utilidad municipal.
- Bonificación por la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos en los locales afectos a la actividad económica.
La segunda posibilidad de reducir nuestro IAE, pasa por un análisis en profundidad de las actividades económicas desarrolladas que permita revisar los diferentes parámetros que dan lugar a nuestra cuota tributaria: correcta determinación del epígrafe dado de alta; análisis de los elementos tributarios asociados al epígrafe (potencia instalada, superficie del local, número de estrellas, habitaciones, vehículos, etc…); coeficientes de ponderación y situación; existencia de temporalidad; etc…
Este análisis nos permitirá tener una visión actualizada de la situación tributaria real de la cada actividad económica, permitiéndonos valorar la existencia de posibles optimizaciones o situaciones de riesgo.